martes, 1 de abril de 2008

La destacada vida de un peruano que paso a al historia

Ex – mayor de la policía, entusiasta, trabajador, y estudiante; el valiente Jorge Santillán Mori es un peruano más como los 25 millones que existen en el país; sin embargo; hay en el algo que lo hace diferente, la razón es que pasó a la historia de la policía nacional ya que su vida estuvo inmersa en las más aguerridas situaciones.

El cuarto 625 del hospital central de la policía nacional se encuentra lúgubre y tranquilo ya que son las 8:00 de la noche y para este momento el cuarto debe reposar de un largo día de visitas tras visitas. Las paredes son de color verde, las sabanas de la cama de color celeste y hay una pequeña colcha que abriga su cansado cuerpo; Don Jorge esta vez corrió con suerte ya que solo deberá compartir el cuarto con otro paciente; es decir un compañero de labores, no como sus otros compañeros que se encuentran en cuartos de 4 o 5 pacientes.

Pareciera que siente mi presencia y de un vuelco a otro se levanta, me mira y sonríe como cual padre se alegra de ver a un hijo, sus ojos transmiten, alegría, tristeza, depresión; pero no deja de expresar perseverancia, lucha, ganas de vivir; alargando sus delgados y colgados brazos blancos me recibe con un fuerte abrazo de amigos de antaño; además no puede esconder un cuerpo bastante desmejorado quizás cansado por la edad o por la dura vida que llevaba hasta antes de apartarse de lo que fuera para él la mitad de su existencia. Sus gestos pronuncian ternura de niño de 5 años; sin embargo sus rasgos escrutan a un hombre fuerte, atrevido, que no se rinde ante la adversidad lo cual demuestra que se aferra a la vida.

Jorge Santillán Morí, después de haberse enfrentado a los momentos más riesgosos de su vida ahora tiene que enfrentar una lucha más ardua; ser intervenido para una operación donde se le realizará un injerto a consecuencia de una quemadura de tercer grado en la parte superior de su pie derecho por lo que ya ha permanecido 5 meses en una cama de hospital, lejos de sus hijas y esposa. “Don jorgito” como es conocido por todas las enfermeras que lo estiman y consienten nació el 2 de octubre de 1952 en el departamento de Amazonas, provincia de Chachapoyas, ser policía y hacerme merecedor de una labor tan ardua y arriesgada no estaba en mi plan de vida; siempre pensé en llevar una vida apacible y en unión de mi familia; explica “Don Jorgito”.Desde muy joven guardó un especial resentimiento a esta profesión de policía a causa de su padre, don Gabino que tuvo la misma profesión y que por tal ardua tarea no tenía tiempo para pasarlo con su familia; además de llevar una vida bastante agitada y con el temor de que pudiera suceder algo con su familia por culpa de los delincuentes que él había capturado, por otra parte sentir la desolación, desesperación y la impotencia de su madre, doña Tula al apreciarse preocupada por su esposo no era cosa fácil; no obstante la vida familiar siempre estuvo inmersa entre alegrías, miedos y pasiones al encontrarse con un arma de fuego y no sentir ni un poco de temor.

Estudió por dos años economía en la universidad Inca Garcilazo de la Vega; empero en 1973 un amigo lo convenció a postular para ingresar a la Policía Nacional:; ya por esta fecha sus hermanos Walner y Raúl se encontraban sumergidos en ese mundo a gusto de su padre que fuera coronel de la policía , tal vez por el valeroso ejemplo de su familia y la inquebrantable personalidad que lo caracteriza fue que decidió ser policía en un campo bastante comprometido como es el de criminalística ; su hermano Walner entre risas comenta que Jorge fue un mataperro y que por esto prefirió la vida en las calles rodeado de inmundicia que la vida en las aulas encerrado entre cuatro paredes, pues si dejó la universidad para introducirse en la vida callejera pero no como cualquier otro ciudadano o delincuente, él se hundió en esta vida con el objetivo de cambiar las cosas y reducir la delincuencia ; ahora a sus largos 55 años dice que la profesión la lleva en la sangre, que desde el vientre de su madre ya estaba destinado a ser policía pero no de los corruptos sino de un ser merecedor de honor y respeto.

Así comenzó su fascinación por esta tarea volátil y arbitraria, envuelto en el campo de la investigación criminal al enredarse en cuantiosas y arriesgadas comisiones donde debió asumir el papel de agente encubierto para poder trabajar con diestros narcotraficantes que dirigían organizaciones internacionales, donde si las cosas resultaban a la perfección él y su equipo podrían capturar a los mafiosos y saldrían ilesos.

Participó en duras batallas contra el narcotráfico en distintas puntos del país, sobretodo en la selva del Perú como Talara, Sullana, Madre de Dios donde conoció a Mirtha Velasco que más adelante, exactamente en 1981 se convertiría en su esposa y la madre de sus dos hijas Fiorella y Cindy .En 1985 integra una organización de narcotraficantes americanos y colombianos en donde se infiltra como agente encubierto y transmite información a sus colaboradores para luego poder capturar a los mafiosos sin ningún problema; sin embargo ese el plan fallo, ya que Jorge Santillán tuvo que mostrar su verdadera personalidad la de un policía encubierto; por ende el temor a las represalias lo agobiaban por lo que para proteger la integridad de toda su familia tuvo que cambiar el rumbo de su vida, pidiendo el traslado de Sullana a Lima. Como lo hizo su hermano Raúl al enfrentarse a unos narcotraficantes peruanos tuvo que radicar con su familia en Estados Unidos para estar protegidos.

Ya en Lima lo designaron para trabajar en seguridad del Estado, luego se dispuso a laborar en distintas comisarías de Villa Maria, Pueblo libre, San Pedro en el Agustino y en la Victoria; además de la Séptima región y en el área 6 en Breña donde mi familia tuvo la oportunidad de conocerlo y así forjar una amistad inquebrantable con el paso de los años. A pesar de apreciar su profesión se dio cuenta que había estado mucho tiempo (30 años de servicio) avocado a su profesión y que no había disfrutado lo suficiente a su familia por lo que el 1 de enero de 2004 decide pedir su retiro quedándose con el cargo de mayor PNP, quizás por el mero cansancio fue que tomo esa decisión, pero era irrefutable las ultimas palabras ya estaban dichas .Se aferro a su vida de jubilado, disfrutando a sus hijas y esposa.

Sin embargo la desgracia tocaría su puerta cuando tuvieron que internarlo en el hospital a causa de unas heridas en sus pies originadas por su detestable enfermedad, la diabetes que poco a poco esta haciéndole perder la vida; afortunadamente no fue más que un susto porque pudo salir bien librado de esta situación dificultosa que le dejo algunas cicatrices, pero la suerte no duro mucho puesto que a pocos días de haber salido del hospital tuvo que regresar a causa de una severa quemadura que sufrió cuando se encontraba lavándose los pies y no se dio cuenta que el agua estaba muy caliente esto a causa de haber perdido la sensibilidad de algunas partes de su cuerpo, por lo que los médicos le tuvieron que practicar una operación de injerto para poder tapar la piel que había quedado destrozada por el liquido caliente; ahora sus pies se ven bastante bien , y ya puede dar algunos pasos siempre y cuando que lo haga con la ayuda de unas muletas o de alguna persona .

Don Jorgito nunca pierde esa disposición de hacer reír a sus visitas o contar una de sus tan apasionadas historias las cuales vivió en esa parte tan exitosa de su vida como lo fue ser miembro de una institución quizás ahora bastante degradada por sus lideres pero que para él fue su sueño y su gloria.